UN LUGAR PARA SOÑAR

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puesta de sol en la Alhambra

domingo, abril 15, 2007

Escapadas: Valencia (1ª parte)

Oficialmente la Copa América de vela ha comenzado ya en Valencia, y, sólo por esto, la ciudad ya podría ser un destino más que apetecible para una escapada. El próximo mes de Mayo cuenta con un par de puentes que pueden hacer que Valencia sea la dirección más apropiada para disfrutar de una ciudad que guarda múltiples tesoros por descubrir y que combina como nadie la tradición con la modernidad. Desde estas líneas quiero animar a todo aquel que lo lea a que se acerque a conocer Valencia, y si ya la conoce, a redescubrirla.
Pese a ser la tercera ciudad española, Valencia es mucho menos conocida que otras capitales como Sevilla, Toledo o Granada. La mayoría sabe ubicarla en el mapa por sus playas, sobre todo las de Gandia y Cullera, que distan bastantes kilómetros de la ciudad, reconoce la fama de sus naranjas y sabe que es la cuna de una bebida única, la horchata... pero poco más.
Lo primero que llama la atención al visitante cuando llega a esta ciudad es su luz, el azul de su cielo, su luminosidad; parece un tópico, pero no es así, es una luz diferente a la que se puede ver en cualquier otra ciudad y que Sorolla en sus cuadros supo captar como nadie. Otra de las particularidades de la ciudad es el cauce del río Turia. El río, tradicionalmente, abrazaba la ciudad y dividía el casco antiguo de los que se quedaban "a la luna de Valencia". Desde que en 1957 la última riada causase múltiples daños personales y materiales, se decidió desviar por un canal artificial fuera de la ciudad el río, pero el cauce del Turia sigue siendo una de las señas de identidad de la ciudad, con sus numerosos puentes, sus instalaciones lúdicas y deportivas, y como el auténtico pulmón verde de una ciudad a la que le hacía falta desde siempre más espacios verdes.

Arquitectura y monumentos en Valencia
En Valencia pueden hallarse vestigios romanos, visigodos y musulmanes; es una ciudad con un rico pasado en la que podrás admirar edificios del más puro estilo gótico, autenticas maravillas del Barroco, e importantes ejemplos del modernismo. Sien embargo, la ciudad pareció dormirse durante 5 lustros, y durante la posguerra y la dictadura apenas sufrió cambio alguno, más que los asociados al boom de la construcción de los años sesenta. Pero, esta ciudad decidió entrar en el siglo XXI con aires renovados, y la metrópolis se ha dotado de modernas estructuras y edificios futuristas que le hacen sobresalir entre las ciudades Europeas.

Lo que no te debes perder:

La ciudad de las Artes y las Ciencias. Actualmente puede que sea el complejo más representativo de esta ciudad. Instalado al final del cauce del Turia, muy cerca ya del mar, destacan en este conjunto cuatro edificios y una estructura que los comunica entre sí:
.L` umbracle: paseo ajardinado donde la naturaleza, el agua, el cielo y el juego de sombras forman un conjunto de armoniosa belleza
.Museo de las Ciencias Príncipe Felipe: concebido como un espacio para el aprendizaje práctico, cuenta con exposiciones permanentes.
.L`Hemisfèric: donde es posible disfrutar de la imagen y el sonido con las últimas y más avanzadas tecnologías.
.L`Ocèanografic: un espectacular soporte de la vida marina donde disfrutar conociendo las maravillas del otro mundo que nos rodea
.Palau de les Arts: espacio futurista dedicado a la creación y difusión de las artes escénicas.

Muy cerca de este complejo, en el mismo cauce del río se encuentra el Palau de la Música, un edificio acristalado de líneas puras que mira a los jardines del Turia y en el que se celebran multitud de eventos de primera categoría, pues no se puede olvidar que Valencia es tierra de músicos y de música.
A poca distancia de toda esta zona nos encontramos con el puerto marítimo, que ha transformado su antigua dársena interior en un Nuevo Puerto Deportivo, donde se celebrará la competición de las cien guineas. Todo está ya preparado, los antiguos tinglados de estilo modernista acogen ahora locales comerciales relacionados con la náutica, y los edificios más clásicos del puerto comparten espacio con nuevas obras de líneas mucho más depuradas en las que la madera y el cristal son los grandes protagonistas.
A escasos metros de la dársena se encuentra el Paseo Marítimo y las Playas de Las Arenas y la Malvarrosa, las playas de la ciudad, de arena finísima y gran amplitud que merecen ser disfrutadas a lo largo de todo el año. En torno al Paseo Marítimo conviven en perfecta armonía locales clásicos como el restaurante "La Pepica" o el hotel "Neptuno" con nuevos hoteles y locales de copas creados al amparo del evento deportivo. En cualquier caso, todos los alrededores del paseo marítimo se han convertido en un magnifico espacio para el ocio, tanto de día como de noche, en cualquier época del año y para cualquier tipo de público, pues la oferta es amplísima.
Otros edificios de moderna construcción y que merece la pena ser vistos son:
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El IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) es un edificio de arquitectura sencilla y moderna, un simple cubo blanco con una gran fachada de cristal que se utiliza como expositor y que contrasta vivamente con los edificios clásicos y las casas antiguas que le rodean.
El Palacio de Congresos: Es una edificación representativa de la arquitectura más vanguardista. Se encuentra en la zona norte de la ciudad, rodeada de edificios de reciente creación y anchas avenidas. Es un diseño blanco de Norman Foster, en el que destaca la marquesina sostenida por columnas de diferentes tamaños, que a mí siempre me parece una ola gigantesca; el conjunto se complementa con jardines y fuentes, pero, por desgracia, los modernos rascacielos de sus alrededores hacen sombra a esta construcción de baja altura. Muy cerca de aquí se encuentra la Dama Ibérica, una rotonda que da paso a la ciudad desde el norte donde destaca una enorme escultura de la cabeza de una mujer ibérica realizada por miles de piezas de cerámica azul que simbolizan las tres provincias de la Comunidad Valenciana.

Valencia clásica:
Si quieres disfrutar de la Valencia Medieval, aquí podrás encontrar algunos de los edificios góticos mejor conservados de España. Tal vez el más significativo sea La Lonja de la Seda, declarada Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.





Frente a la Lonja podrás disfrutar de dos edificios muy singulares, el Mercado Central, un ejemplo del modernismo valenciano, y la iglesia de los Santos Juanes, donde aún se pueden admirar en sus bajos las antiguas celdas de la Inquisición que hoy se utilizan como almacenes o como pequeños negocios artesanales.


Desde aquí, bien por la Avenida del Barón de Cárcer, bien por la Calle San Vicente, podemos llegar hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde contemplar algunos de los edificios decimonónicos más bellos de la capital, de estilo clásico, como son el Ayuntamiento o el edificio de Correos. A pocos metros de la plaza se encuentra la estación de ferrocarril, un prodigio del arte modernista valenciano, con sus mosaicos de naranjas y su combinación de colores. Junto a la estación se puede admirar la Plaza de Toros, finalizada a mediados del siglo XIX y que viste sus mejores galas en la feria de Fallas, en Marzo y durante la Feria de Julio.
Si volvemos nuestros pasos por la calle de San Vicente para adentrarnos en la Valencia más medieval y monumental pasaremos a escasos metros de la Plaza Redonda; esta curiosa plaza tiene su origen en una fuente que se dispone en el centro y en torno a la cual desde el siglo XIX se disponen una serie de tinglados de madera que albergan tiendas de artesanía tradicional. La calle San Vicente finaliza en la Plaza de Santa Catalina que a su vez da a la Plaza de la Reina donde se mezclan edificios de todos los estilos, y donde va a dar la Puerta de los Hierros de la Catedral de Valencia, la última en realizarse, ya de estilo Barroco.
En el conjunto catedralicio destacan varios edificios, que van desde el románico tardío hasta el barroco, aunque la mayor parte de la obra pertenece al gótico. La catedral cuenta con otras dos puertas, la del Palau, la más antigua, de estilo románico y la Puerta de los Apóstoles, donde todos los jueves a las 12 del medio día, desde hace algo más de mil años puede contemplarse algo único: el Tribunal de las Aguas. Allí siguen reuniéndose los síndicos de las siete acequias de Valencia para dirimir pleitos sobre riegos y siguen haciéndolo siguiendo la misma tradición, con juicios orales, sin documentación y sentencias sin apelación. Además la Catedral guarda otro tesoro único, en la capilla del Santo Cáliz se conserva el vaso cornalino utilizado por Jesucristo y los apóstoles en la Ultima Cena, el Santo Grial mitificado por los libros. Unida a la Catedral se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, y en el conjunto también destaca el campanario de la catedral, conocido como El Miguelete, torre octogonal de estilo gótico y edificio emblemático de la ciudad; el viajero que se atreva a subir sus 207 estrechos escalones gozará de unas vistas únicas de la ciudad.
En torno a la Plaza de la Virgen se encuentran claros ejemplos del gótico levantino, edificios cargados de historia que en su mayor parte hoy son utilizados por los organismos oficiales. De entre todos ellos destacan el Palacio de la Generalitat, frente a la catedral, el Palacio de Benicarló, edificio del siglo XV actual sede de las Cortes Valencianas, el Palacio del Marqués de la Scala, que mezcla elementos tanto góticos, como renacentistas como barrocos y que alberga actualmente la Diputación Provincial, lo mismo que el palacio de Baylia. Recorrer las calles del centro con los ojos bien abiertos nos permitirá descubrir edificios de belleza singular y con elementos arquitectónicos de gran belleza en los sitios más insospechados.




No podemos olvidarnos de las torres, últimos vestigios de la muralla que protegía a la ciudad. En la actualidad sólo se conservan dos, las Torres de Quart, del periodo gótico tardío, y en las que pueden contemplarse aún las marcas de las batallas que a lo largo de los siglos han contemplado, y las Torres de Serranos, de finales del siglo XIV y otro de los signos distintivos de la ciudad. Las Torres de Serranos son hoy en día visitables, mientras que las Torres de Quart están en proceso de rehabilitación.

Si lo que buscas es muestras del Barroco, no debes perderte el Palacio del Marqués de dos Aguas, que actualmente acoge en su interior el museo de cerámica de González Martí. Su fachada, realizada en mármol, es una muestra única del esplendor barroco del siglo XVIII en Valencia, en especial su portada realizada por Vergara en alabastro siguiendo los cánones del churrigueresco. La torre de Santa Catalina es otro notable ejemplo del barroco valenciano. Y no podemos dejar de admirar el Museo de Bellas Artes de Valencia, o Museo San Carlos, un edificio Barroco de los siglos XVII y XVIII; ubicado junto a los Jardines del Real, su fachada principal da al antiguo cauce, y podemos admirar una fachada con amplios ventanales a dos alturas y dos torres en los extremos con dos alturas más, todo ello rematado por una cornisa. Destaca en el conjunto también la cúpula vidriada de color azul que tras las sucesivas reformas hoy se encuentra perfectamente integrada en el conjunto.
La ciudad cuenta además con numerosos museos de arte que abarcan todos los estilos, desde la arqueología valenciana y la prehistoria – que pueden contemplarse en la Beneficencia - hasta las colecciones de arte moderno y contemporáneo del IVAM, pasando por los primitivos valencianos del Museo San Carlos (el segundo museo más importante del país tras el Museo del Prado), sin olvidarnos de la casa museo de Benlliure, la casa museo de Blasco Ibáñez, el museo de la cerámica o el Museo de Artistas Falleros.






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