UN LUGAR PARA SOÑAR

UN LUGAR PARA SOÑAR
puesta de sol en la Alhambra

domingo, abril 29, 2007

El cumpleaños de Iñaki

El cuarto cumpleaños de Iñaki coincidió con la Final de la Copa del Rey; era una ocasión única, el Barcelona y el Atlético de Madrid se enfrentaban en Zaragoza en una temporada en la que los rojiblancos estaban arriba del todo en la tabla y daban alegrías continuadas a sus sufridos seguidores. El padre de Iñaki era uno de esos sufridores aficionados rojiblancos y, desde muy pequeño, Iñaki había adoptado como propios aquellos colores.
Como decía, era el cuarto cumpleaños de Iñaki, y con aquella excusa nos habíamos reunido en casa con sus padres para cenar y ver el partido.
El niño intentaba seguir el partido con los hombres, pero no aguantaba más de cinco minutos seguidos sentado en el sofá sin dar la tabarra, así que su padre le prometió que si el Atlético de Madrid ganaba el partido, le llevaban a la fuente a celebrarlo. Ni que decir tiene que el pequeño se pasó el resto del tiempo diciendo ¿ha ganado ya el Atleti, papá?, pero, para complicar más la cosa se llegó al final de los 90 minutos con un empate a cero en el marcador.

Aunque era muy tarde, la excitación había podido con el sueño en el cuerpo del niño, y la promesa de llevarle a la fuente hacia que aún deseara más el triunfo de su equipo. Mientras, los hombres en el sofá se comían las uñas, estrujaban sus bufandas y sudaban de nervios. Cuando la prórroga llevaba ya consumidos doce eternos minutos Pantic cabeceó un balón que entró en la portería blaugrana. En casa de Iñaki todo fueron saltos, cánticos y alegría, y el que más gritaba, saltaba y cantaba era el pequeño.
El marcador quedó así, con un 0-1 que daba el triunfo y la Copa al Atlético, y papá tenía que cumplir la promesa que había hecho al pequeño Iñaki.

Casi a media noche, abrigados con las bufandas rojiblancas nos metimos en el coche, enfilamos la Castellana en compañía de cientos de seguidores del equipo y nos dirigimos hacia la fuente. Aparcamos mucho antes de llegar si quiera a Cibeles, y para que Iñaki no se cansara y pudiéramos avanzar a buen paso, su padre se lo subió a hombros.

Una riada humana vestida con los colores del equipo avanzaba hacia el sur a la par que nosotros; ya estábamos a pocos metros de la fuente de Neptuno, cuando Iñaki se giró y a viva voz y totalmente emocionado exclamó:

- ¡ Hala papá, cuánta gente viene a celebrar mi cumpleaños !

Han pasado muchos años de aquello, pero Iñaki sigue sin olvidar aquel cumpleaños que para él fue tan especial.

viernes, abril 20, 2007


Amigos

¿Cuántos amigos tienes?
¿A cuántas personas consideras, de verdad, amigos? Amigos de esos que perduran pese al paso del tiempo, las distancias, los cambios.... Amigos de esos con los que sabes que pase lo que pase siempre vas a poder contar, para lo bueno y para lo malo, lo mejor y lo peor. De esos que cuando los cuentas con los dedos de una mano te sobran dedos.
Soy un ser muy afortunado... hay quien podrá levantar solo un dedo; yo, pese a las decepciones que la vida me ha dado a lo largo de estos años, aún puedo marcar el símbolo de la victoria, y levantar algún dedo más.
La amistad es uno de los mayores tesoros que se pueden obtener en esta vida, y quien tiene verdaderos amigos, siempre será un ser tremendamente afortunado.
Gracias por manteneros a mi lado pese a todo.

lunes, abril 16, 2007

Escapadas : Valencia (3ª parte)

Ocio en Valencia y alrededores.
Bien, ya conocemos la ciudad y casi todo lo que ésta puede ofrecernos, pero si aún te quedan fuerzas y ganas de disfrutar de la noche, Valencia tiene mucho que ofrecerte.
Hubo un tiempo en que Valencia fue conocida por muchos jóvenes por la ruta del bacalao. Desde estas líneas revindico otras zonas de ocio nocturno (y también diurno) un poco menos “kañeras” pero de gran tradición y donde la diversión y el buen ambiente están garantizados.

La zona del barrio del Carmen: en pleno casco antiguo de la ciudad se encuentra el barrio del Carmen, actualmente finalizando su proceso de remodelación. Este es un barrio de lo más variopinto, de día conviven viejos comercios con tiendas a la última y donde encontrarás a los más bohemios, los más vanguardistas, los más alternativos, aunque también encontrarás tranquilas terrazas y acogedores cafés donde degustar un buen agua de Valencia. Los locales, en general son pequeños y de lo más variopinto en esta zona, en las que algunas de sus calles son peatonales.
Los alrededores de la Plaza de Cánovas siguen, después de más de un cuarto de siglo, concentrando a una población que busca un ambiente un poco más selecto. En horario infantil la zona se llena de jovencitos con ropa de marca, y por la noche el público se diferencia esencialmente por la edad, pero sigue contando con terrazas estupendas, y sus alrededores tienen restaurantes de todo tipo.
Entre Juan Llorens y Xúquer la marcha juvenil está garantizada de jueves a domingo, donde se reúnen sobre todo estudiantes universitarios.
En los alrededores del Mestalla, en las avenidas de Blasco Ibáñez y avenida de Aragón hay también numerosos pubs y locales de copas, últimamente muchos de ellos dedicados a los ritmos caribeños. El público que se concentra en esta zona suele ser también muy joven.
Y, por su puesto no podía dejarme la zona de los alrededores de la playa de la Malvarrosa. De día no hay nada como disfrutar de su playa, su paseo marítimo, y sus restaurantes tradicionales, donde pidas el arroz que pidas siempre vas a acertar. Por la tarde y por la noche descubrirás numerosos locales dedicados al ocio, algunos con terrazas, otros con actuaciones en directo y todos para un público diverso y de cualquier edad. Además, en verano, algunos de estos locales tienen discoteca en el jardín, lo que aún anima más a visitarlos.
Como ya he dicho antes, lo de la ruta del bacalao está prácticamente agotado, aunque siguen existiendo algunas de aquellas míticas discotecas entre Pinedo y el Perelló. Si ese tipo de ambiente no es el tuyo, pero buscas discotecas, aún puedes encontrar alguna en los alrededores de Viveros, en Blasco Ibáñez y en Primado Reig.
Si la noche no es lo tuyo, o vas con niños, no puedes dejar de tomar una buena horchata natural con fartons, y para eso nada mejor que acudir a Alboraya, cuna de esta refrescante bebida y donde además podrás degustar helados artesanales. Si lo que prefieres es una bebida caliente para reponer fuerzas, las chocolaterías de Santa Catalina son lo que vas buscando. Por cierto, si la bollería y el dulce es lo tuyo, cualquiera de los hornos y pastelerías valencianas te sorprenderá por su inmensa oferta, tanto en dulce como en salado: déjate llevar, no vas a arrepentirte.
Por su puesto, no puedes estar en Valencia sin degustar alguno de sus maravillosos arroces, porque no sólo de paella vive el valenciano; el arroz a banda, el arroz negro, el arroz al horno, el arroz con fesols y naps, la fideuá... son maravillosas alternativas a la tradicional paella (mixta, de verduras, de marisco, con bogavante...). Si quieres disfrutar de la auténtica cocina valenciana y de un lugar único, me recomendación es que acudas a El Palmar, el pequeño pueblo de la Albufera, donde reconocerás los escenarios que Blasco Ibáñez narró en algunas de sus novelas, además de poder contemplar auténticas barracas valencianas. El pueblo, a sólo 11 kilómetros de Valencia, tiene una gran oferta de restaurantes y en la carta de todos ellos encontrarás además de arroces otro plato muy típico, el all i pebre, un plato tradicional a base de anguila local, ajo y guindilla. También es posible degustar algún plato a base de pato, pero, si lo que quieres es disfrutar de sabor autentico pero con menos calorías, atrévete con una parrillada de verduras o con una ensalada de la huerta valenciana.
Si has llegado hasta El Palmar, no te puedes marchar sin disfrutar de la albufera; para ello nada mejor que un paseo en barca por los alrededores de este lago, y si puedes hacerlo al atardecer, aún mejor.
Entre el Parque Natural de la Albufera y el mar se encuentra la Dehesa del Saler, formada por una extensa pinada y un mar de antiguas dunas, y una playa no urbanizada de aguas claras y arena fina En este entorno se encuentra el centro de interpretación Racó de l`Olla, que ayuda a conocer este parque; también se puede disfrutar de los senderos que conducen a la pinada o al antiguo lago de Pujol, o de paseos entre dunas, y, si eres un amante del golf, de unos cuantos hoyos en un campo entre el mar y el parque natural.
Es posible que me haya dejado algo en el tintero... pero eso es mejor que lo descubras in situ. ¿A qué esperas?

Escapadas: Valencia (2ª parte)

El Jardín del Turia y sus puentes
Ahora que ya conocemos los principales monumentos de la ciudad estamos preparados para conocer el Turia, con sus puentes, sus jardines, sus lugares de ocio y sus completas instalaciones deportivas. Podemos comenzar la visita por el Parque de Cabecera, ubicado en el lecho histórico del río Turia, prolonga el gran cinturón verde del antiguo cauce y se presenta como nexo con el cauce nuevo; 35 hectáreas recrean el paisaje original del Turia, dando protagonismo al agua, que con su discurrir nos va presentando la vegetación, la topografía, los recorridos y los diferentes equipamientos del parque. Actualmente cuenta con diversas instalaciones, como un auditorio o un embarcadero, y en el futuro está previsto que se instale en él el nuevo zoo de Valencia y un parque de atracciones.
Desde este parque, y ya en el cauce antiguo del río, el primer puente que nos encontramos es el Puente del 9 de Octubre, obra de Santiago Calatrava. Es una estructura de acero desde la que puede contemplarse una interesante perspectiva del cauce. Le siguen el Puente de Campanar y el Puente de Ademuz, construcciones ambas del siglo XX que unen los nuevos barrios de la ciudad. Bajo el tramo comprendido entre estos 3 puentes se encuentran un campo de fútbol, dos pistas polideportivas y una completísima pista de atletismo, así como un circuito para la práctica del bicicross, mesas para el tenis de mesa, senderos para la práctica del footing o del ciclismo y diversas zonas de juegos infantiles. Bajo el puente de Ademuz hay un gran estanque circular recorrido por caminos irregulares, donde tres grandes chorros de agua se distinguen desde lejos, recortados entre palmeras.
A continuación, entre frondosa vegetación, nos encontraremos con uno de los puentes más modernos de la ciudad, el Puente de las Artes, llamado así por estar situado junto al IVAM y el Centro Cultural de la Beneficencia. Entre este puente y el de San José se halla un campo de rugby, y por su puesto, varias zonas de juegos para los más pequeños. El Puente de San José es uno de los puentes antiguos de la ciudad y el que mejor resistió los embates del agua en la riada de 1957. Su reconstrucción en piedra data del siglo XVII. En la actualidad se puede admirar una imagen de San José con el niño. Desde este puente y hasta el siguiente encontraremos entre los jardines un campo de béisbol, 5 campos de fútbol y una pista de patinaje.
El siguiente puente es el de Serranos; su nombre, así como el de las Torres, se debe a los serranos que acompañaron a Jaime I en la conquista de la ciudad. Es el puente más antiguo, aunque su aspecto actual data “sólo” del siglo XVI. Está formado por nueve arcos y tiene una rampa de piedra desde la que se accede al cauce.
El puente de la Trinidad, sobre el que podemos ver el Convento de la Trinidad, del que toma su nombre, y el Museo San Carlos, es el de más antigua factura, ya que se construyó hacia el siglo XIV. Tiene diez arcos y se adorna con las figuras de San Luís Beltrán y Santo Tomás de Villanueva. Le sigue el Puente del Real; en sus inicios se trataba de un puente de madera que daba servicio al convento de Santo Domingo, pero su realización en piedra se fecha a finales del siglo XVI, aunque fue ampliado a mediados del siglo XX. En este tramo del parque se encuentra un campo de fútbol de hierba artificial que es utilizado en ocasiones por los jugadores del Levante para sus entrenamientos. En esta zona del río se ubicaban con anterioridad las instalaciones de los Viveros Forestales Municipales, por lo que la vegetación sigue siendo abundante y frondosa.
El Puente de la Exposición, conocido popularmente como “La Peineta” es obra de Santiago Calatrava, y se ha convertido en uno de los nuevos símbolos de la ciudad. Muy cerca de éste encontramos el Puente de las Flores, que se construyó ya en el siglo XXI. Tiene una anchura de 24 metros, de los cuales la mitad se dedican a zona peatonal y a jardín de flores, centenares de flores que se cambian periódicamente dando a este puente un aspecto colorista y diferente en cada ocasión. El siguiente puente que nos encontramos es el Puente del Mar, un puente peatonal que se empezó a edificar a finales del XVI. Está adornado en la zona central con dos casalicios triangulares que albergan las figuras de la Virgen y San Pascual. Bajo sus arcos hoy se encuentra una pequeña laguna de forma circular que invita a la relajación con su contemplación.
El Puente de Aragón debe su nombre a la antigua estación de ferrocarril de Aragón, hoy desaparecida. Se construyó a principios del siglo XX, y prolonga la clásica y burguesa Gran Vía Marqués del Turia hacia el puerto, convirtiendo el bulevar de la primera en un seto central. En este tramo del cauce, diseñado por Ricardo Bofill, sobre el que se encuentra el Palau de la Música, se halla una fuente en forma de estanque de la que surgen varios chorros, así como jardines de ordenación simétrica y pórticos columnados, lo que dota a todo el conjunto de gran belleza y elegancia. Muy cerca de éste se encuentra el Puente del Ángel Custodio, construido también en la primera mitad del pasado siglo; actualmente se adorna con farolas de hierro fundido de marcado estilo parisino del siglo XIX, lo que dota al puente de una gran elegancia. Y a continuación encontraremos el Puente del Reino, inaugurado en 1999, es obra de Rafael Monleón, y combina a la perfección el arte tradicional con el art decó. De este puente destacan los guardianes del puente, cuatro figuras con alas y cabeza de felino que representan al ángel caído, y 126 gárgolas con cabeza de águila. El tramo entre este puente y el de Monteolivete se conoce como el Gulliver; se trata de una original zona de juegos en la que encontramos una gigantesca representación del personaje creado por Jonathan Swift, tendido y atado al suelo. Sus brazos y piernas son enormes toboganes, su pelo y los pliegues de su ropa son también atracciones lúdicas para niños y para no tan niños.
Además la zona se complementa con otras instalaciones como un mini golf, un tablero de ajedrez gigante, pistas de monopatín, patinaje y petanca.
El puente de Monteolivete, realizado en el siglo XX, es tal vez el más sencillo de los puentes, quizás para no robar ni un ápice de protagonismo al entorno ya que nos hallamos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El recorrido finaliza en el Puente de Astilleros o de Nazaret, construido en el primer tercio del siglo XX en hormigón armado y piedra artificial con barandas de hierro fundido.
Desde aquí, sólo nos queda dirigirnos a la playa o al puerto, o volver nuestros pasos hacia atrás y descansar a la sombra de cualquier árbol o tomar el sol mientras reposamos en alguna de las numerosas praderas.

Otros parques y jardines históricos:
El jardín botánico: es uno de los más antiguos de la ciudad. En él se conservan interesantes y completas colecciones vegetales procedentes de todo el mundo.
Jardines de Monforte: Es un jardín de estilo neoclásico de mediados del siglo XIX y cuenta con varias estatuas de mármol de la mitología clásica.
Jardines del Real: conocidos popularmente como Jardines de Viveros, este bello lugar posee numerosos paseos, amplia zona ajardinada, rosaledas, palmeras, pinares, un pequeño zoo, y algunas fuentes de gran belleza. Cuenta, además, con una gran explanada en la que se celebran conciertos.

domingo, abril 15, 2007

Escapadas: Valencia (1ª parte)

Oficialmente la Copa América de vela ha comenzado ya en Valencia, y, sólo por esto, la ciudad ya podría ser un destino más que apetecible para una escapada. El próximo mes de Mayo cuenta con un par de puentes que pueden hacer que Valencia sea la dirección más apropiada para disfrutar de una ciudad que guarda múltiples tesoros por descubrir y que combina como nadie la tradición con la modernidad. Desde estas líneas quiero animar a todo aquel que lo lea a que se acerque a conocer Valencia, y si ya la conoce, a redescubrirla.
Pese a ser la tercera ciudad española, Valencia es mucho menos conocida que otras capitales como Sevilla, Toledo o Granada. La mayoría sabe ubicarla en el mapa por sus playas, sobre todo las de Gandia y Cullera, que distan bastantes kilómetros de la ciudad, reconoce la fama de sus naranjas y sabe que es la cuna de una bebida única, la horchata... pero poco más.
Lo primero que llama la atención al visitante cuando llega a esta ciudad es su luz, el azul de su cielo, su luminosidad; parece un tópico, pero no es así, es una luz diferente a la que se puede ver en cualquier otra ciudad y que Sorolla en sus cuadros supo captar como nadie. Otra de las particularidades de la ciudad es el cauce del río Turia. El río, tradicionalmente, abrazaba la ciudad y dividía el casco antiguo de los que se quedaban "a la luna de Valencia". Desde que en 1957 la última riada causase múltiples daños personales y materiales, se decidió desviar por un canal artificial fuera de la ciudad el río, pero el cauce del Turia sigue siendo una de las señas de identidad de la ciudad, con sus numerosos puentes, sus instalaciones lúdicas y deportivas, y como el auténtico pulmón verde de una ciudad a la que le hacía falta desde siempre más espacios verdes.

Arquitectura y monumentos en Valencia
En Valencia pueden hallarse vestigios romanos, visigodos y musulmanes; es una ciudad con un rico pasado en la que podrás admirar edificios del más puro estilo gótico, autenticas maravillas del Barroco, e importantes ejemplos del modernismo. Sien embargo, la ciudad pareció dormirse durante 5 lustros, y durante la posguerra y la dictadura apenas sufrió cambio alguno, más que los asociados al boom de la construcción de los años sesenta. Pero, esta ciudad decidió entrar en el siglo XXI con aires renovados, y la metrópolis se ha dotado de modernas estructuras y edificios futuristas que le hacen sobresalir entre las ciudades Europeas.

Lo que no te debes perder:

La ciudad de las Artes y las Ciencias. Actualmente puede que sea el complejo más representativo de esta ciudad. Instalado al final del cauce del Turia, muy cerca ya del mar, destacan en este conjunto cuatro edificios y una estructura que los comunica entre sí:
.L` umbracle: paseo ajardinado donde la naturaleza, el agua, el cielo y el juego de sombras forman un conjunto de armoniosa belleza
.Museo de las Ciencias Príncipe Felipe: concebido como un espacio para el aprendizaje práctico, cuenta con exposiciones permanentes.
.L`Hemisfèric: donde es posible disfrutar de la imagen y el sonido con las últimas y más avanzadas tecnologías.
.L`Ocèanografic: un espectacular soporte de la vida marina donde disfrutar conociendo las maravillas del otro mundo que nos rodea
.Palau de les Arts: espacio futurista dedicado a la creación y difusión de las artes escénicas.

Muy cerca de este complejo, en el mismo cauce del río se encuentra el Palau de la Música, un edificio acristalado de líneas puras que mira a los jardines del Turia y en el que se celebran multitud de eventos de primera categoría, pues no se puede olvidar que Valencia es tierra de músicos y de música.
A poca distancia de toda esta zona nos encontramos con el puerto marítimo, que ha transformado su antigua dársena interior en un Nuevo Puerto Deportivo, donde se celebrará la competición de las cien guineas. Todo está ya preparado, los antiguos tinglados de estilo modernista acogen ahora locales comerciales relacionados con la náutica, y los edificios más clásicos del puerto comparten espacio con nuevas obras de líneas mucho más depuradas en las que la madera y el cristal son los grandes protagonistas.
A escasos metros de la dársena se encuentra el Paseo Marítimo y las Playas de Las Arenas y la Malvarrosa, las playas de la ciudad, de arena finísima y gran amplitud que merecen ser disfrutadas a lo largo de todo el año. En torno al Paseo Marítimo conviven en perfecta armonía locales clásicos como el restaurante "La Pepica" o el hotel "Neptuno" con nuevos hoteles y locales de copas creados al amparo del evento deportivo. En cualquier caso, todos los alrededores del paseo marítimo se han convertido en un magnifico espacio para el ocio, tanto de día como de noche, en cualquier época del año y para cualquier tipo de público, pues la oferta es amplísima.
Otros edificios de moderna construcción y que merece la pena ser vistos son:
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El IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) es un edificio de arquitectura sencilla y moderna, un simple cubo blanco con una gran fachada de cristal que se utiliza como expositor y que contrasta vivamente con los edificios clásicos y las casas antiguas que le rodean.
El Palacio de Congresos: Es una edificación representativa de la arquitectura más vanguardista. Se encuentra en la zona norte de la ciudad, rodeada de edificios de reciente creación y anchas avenidas. Es un diseño blanco de Norman Foster, en el que destaca la marquesina sostenida por columnas de diferentes tamaños, que a mí siempre me parece una ola gigantesca; el conjunto se complementa con jardines y fuentes, pero, por desgracia, los modernos rascacielos de sus alrededores hacen sombra a esta construcción de baja altura. Muy cerca de aquí se encuentra la Dama Ibérica, una rotonda que da paso a la ciudad desde el norte donde destaca una enorme escultura de la cabeza de una mujer ibérica realizada por miles de piezas de cerámica azul que simbolizan las tres provincias de la Comunidad Valenciana.

Valencia clásica:
Si quieres disfrutar de la Valencia Medieval, aquí podrás encontrar algunos de los edificios góticos mejor conservados de España. Tal vez el más significativo sea La Lonja de la Seda, declarada Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.





Frente a la Lonja podrás disfrutar de dos edificios muy singulares, el Mercado Central, un ejemplo del modernismo valenciano, y la iglesia de los Santos Juanes, donde aún se pueden admirar en sus bajos las antiguas celdas de la Inquisición que hoy se utilizan como almacenes o como pequeños negocios artesanales.


Desde aquí, bien por la Avenida del Barón de Cárcer, bien por la Calle San Vicente, podemos llegar hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde contemplar algunos de los edificios decimonónicos más bellos de la capital, de estilo clásico, como son el Ayuntamiento o el edificio de Correos. A pocos metros de la plaza se encuentra la estación de ferrocarril, un prodigio del arte modernista valenciano, con sus mosaicos de naranjas y su combinación de colores. Junto a la estación se puede admirar la Plaza de Toros, finalizada a mediados del siglo XIX y que viste sus mejores galas en la feria de Fallas, en Marzo y durante la Feria de Julio.
Si volvemos nuestros pasos por la calle de San Vicente para adentrarnos en la Valencia más medieval y monumental pasaremos a escasos metros de la Plaza Redonda; esta curiosa plaza tiene su origen en una fuente que se dispone en el centro y en torno a la cual desde el siglo XIX se disponen una serie de tinglados de madera que albergan tiendas de artesanía tradicional. La calle San Vicente finaliza en la Plaza de Santa Catalina que a su vez da a la Plaza de la Reina donde se mezclan edificios de todos los estilos, y donde va a dar la Puerta de los Hierros de la Catedral de Valencia, la última en realizarse, ya de estilo Barroco.
En el conjunto catedralicio destacan varios edificios, que van desde el románico tardío hasta el barroco, aunque la mayor parte de la obra pertenece al gótico. La catedral cuenta con otras dos puertas, la del Palau, la más antigua, de estilo románico y la Puerta de los Apóstoles, donde todos los jueves a las 12 del medio día, desde hace algo más de mil años puede contemplarse algo único: el Tribunal de las Aguas. Allí siguen reuniéndose los síndicos de las siete acequias de Valencia para dirimir pleitos sobre riegos y siguen haciéndolo siguiendo la misma tradición, con juicios orales, sin documentación y sentencias sin apelación. Además la Catedral guarda otro tesoro único, en la capilla del Santo Cáliz se conserva el vaso cornalino utilizado por Jesucristo y los apóstoles en la Ultima Cena, el Santo Grial mitificado por los libros. Unida a la Catedral se encuentra la Basílica de la Virgen de los Desamparados, y en el conjunto también destaca el campanario de la catedral, conocido como El Miguelete, torre octogonal de estilo gótico y edificio emblemático de la ciudad; el viajero que se atreva a subir sus 207 estrechos escalones gozará de unas vistas únicas de la ciudad.
En torno a la Plaza de la Virgen se encuentran claros ejemplos del gótico levantino, edificios cargados de historia que en su mayor parte hoy son utilizados por los organismos oficiales. De entre todos ellos destacan el Palacio de la Generalitat, frente a la catedral, el Palacio de Benicarló, edificio del siglo XV actual sede de las Cortes Valencianas, el Palacio del Marqués de la Scala, que mezcla elementos tanto góticos, como renacentistas como barrocos y que alberga actualmente la Diputación Provincial, lo mismo que el palacio de Baylia. Recorrer las calles del centro con los ojos bien abiertos nos permitirá descubrir edificios de belleza singular y con elementos arquitectónicos de gran belleza en los sitios más insospechados.




No podemos olvidarnos de las torres, últimos vestigios de la muralla que protegía a la ciudad. En la actualidad sólo se conservan dos, las Torres de Quart, del periodo gótico tardío, y en las que pueden contemplarse aún las marcas de las batallas que a lo largo de los siglos han contemplado, y las Torres de Serranos, de finales del siglo XIV y otro de los signos distintivos de la ciudad. Las Torres de Serranos son hoy en día visitables, mientras que las Torres de Quart están en proceso de rehabilitación.

Si lo que buscas es muestras del Barroco, no debes perderte el Palacio del Marqués de dos Aguas, que actualmente acoge en su interior el museo de cerámica de González Martí. Su fachada, realizada en mármol, es una muestra única del esplendor barroco del siglo XVIII en Valencia, en especial su portada realizada por Vergara en alabastro siguiendo los cánones del churrigueresco. La torre de Santa Catalina es otro notable ejemplo del barroco valenciano. Y no podemos dejar de admirar el Museo de Bellas Artes de Valencia, o Museo San Carlos, un edificio Barroco de los siglos XVII y XVIII; ubicado junto a los Jardines del Real, su fachada principal da al antiguo cauce, y podemos admirar una fachada con amplios ventanales a dos alturas y dos torres en los extremos con dos alturas más, todo ello rematado por una cornisa. Destaca en el conjunto también la cúpula vidriada de color azul que tras las sucesivas reformas hoy se encuentra perfectamente integrada en el conjunto.
La ciudad cuenta además con numerosos museos de arte que abarcan todos los estilos, desde la arqueología valenciana y la prehistoria – que pueden contemplarse en la Beneficencia - hasta las colecciones de arte moderno y contemporáneo del IVAM, pasando por los primitivos valencianos del Museo San Carlos (el segundo museo más importante del país tras el Museo del Prado), sin olvidarnos de la casa museo de Benlliure, la casa museo de Blasco Ibáñez, el museo de la cerámica o el Museo de Artistas Falleros.






miércoles, abril 04, 2007

La vida Bárbara

Cap. 3 El funeral
Habían pasado pocos días desde que Bárbara y Alicia habían regresado del crucero cuando Sofía decidió celebrar un multitudinario funeral en memoria de Alberto.
La iglesia del colegio Calasancio estaba abarrotada de familiares, amistades de la familia, compañeros de estudios y trabajo de Alberto y un sinfín de compromisos varios de la familia.
Bárbara volvía a vestirse de negro, color que estaba empezando a aborrecer. En los bancos de atrás vio sentadas a Alicia, Laura y Merche, sus mejores amigas desde la infancia, y deseó fervientemente estar sentada entre ellas, haciendo comentarios sobre el vestuario de las asistentes, criticando a unas y a otras y comentando aquella absurda situación.
En vez de eso Bárbara se hallaba sentada en primera fila, flanqueada en el lado izquierdo por los hermanos de Alberto y fuertemente asida de la mano derecha por Sofía. Justo en el banco de atrás notaba la escrutadora mirada de su madre, acompañada en esta ocasión por su hermano mayor y la esposa de éste.
La celebración se hizo larga y tediosa. Algunos amigos de Alberto subieron a leer unas palabras sobre el difunto, y Bárbara tuvo que hacer un soberano esfuerzo para aparentar una tristeza que no sentía e incluso derramar alguna lágrima, ¡qué buena actriz se estaba perdiendo el mundo!
De cuando en cuando miraba hacia atrás buscando con la vista la mirada cómplice de sus amigos, pero notaba como la mano de Sofía se agarraba más fuertemente a su mano. Quería escapar, salir huyendo de aquel templo abarrotado de gente a la que apenas conocía, irse con sus amigas, reír y disfrutar de una tarde primaveral, pero Alberto, y sobre todo Sofía la retenían.
Finalizado el funeral aún quedaban los pésames de los asistentes. Sofía se asió fuertemente del brazo de Bárbara, como si de su muleta se tratase, y recibió palabras de consuelo de casi todos los asistentes; Bárbara estaba destrozada, los zapatos le hacían un daño terrible, lo que confería a su cara un rictus de dolor muy apropiado con el momento.
Cuando la noche ya había caído, los últimos asistentes se despedían y los pies de Bárbara parecía que iban a estallar dentro de los zapatos, Bárbara se despidió entre lloros y aspamientos de la que debía ser su nuera y se marchó en su coche acompañada de su esposo y de uno de sus hijos. Por fin Bárbara era libre.
Apoyadas en las rejas exteriores de la parroquia estaban sus amigas esperándola. Las cuatro se fundieron en un profundo y reconfortante abrazo que duró varios minutos. Cuando se soltaron, lo primero que hizo Bárbara fue pedir un cigarrillo, quitarse los zapatos y piropear a unas y a otras.
Descalza y del brazo de sus amigas se dirigieron las cuatro juntas a la cafetería más cercana, donde se sentaron en una mesa y pidieron cuatro cañas.
-" No os podéis hacer una idea de cómo me alegro de estar aquí, con vosotras tres, las cuatro amigas solas, como en los viejos tiempos" - exclamó Bárbara al tiempo que alzó su caña para brindar.
-" ¡Por nosotras!" - gritó
- " ¡Por nosotras!" - corearon.
Tras el brindis el espumoso líquido amarillo fue tomado de un solo trago. Pidieron una segunda ronda.
- " ¿Realmente estás bien, Bárbara, o sólo lo haces para disimular ante nosotras?" -preguntó la siempre dulce Mercedes.
- " Estoy bien, algo cansada y con un fuerte dolor de pies, pero estoy bien, y más ahora que os tengo a vosotras a mi lado, sobre todo a ti, que eres tan cara de ver. No nos veíamos desde... ¿desde cuándo? "
- " Desde el nacimiento de mi pequeña Elena, hace ya casi cuatro meses"
- " No, eso no cuenta, eso fue en el Hospital, recién parida, con una habitación llena de flores y visitas y durante poco más de diez minutos. No, me refiero a vernos así, como ahora, nosotras, nosotras solas, para charlar, para reír..."
- " Mujer - interrumpió Laura- yo no diría que este momento es el más indicado para reír."
- " Me has entendido perfectamente, y, además, estaba hablando con Mercedes; no sabes como te envidio, tú con tu maravillosa casa, tu perfecto marido, tus tres hijos, guapísimos...chica, lo tienes todo"
Mercedes dejó escapar un suspiro y durante unos segundos Alicia y Laura captaron un cambio en su mirada, algo que Bárbara no notó.
- " Te garantizo que no es tan envidiable. Mi preciosa casa está en mitad de la nada, aislada, y cada día me parece más una cárcel, eso sí, con toda clase de lujos, pero cárcel al fin y al cabo; a mi marido apenas le veo, él no para de viajar y de trabajar y yo... yo tengo bastante con los niños y llevar la casa."
- " Te quejas de vicio. Cualquiera de nosotras daría cualquier cosa por una casa como esa"
- "Yo no
-replicó Alicia- a menos que la casa estuviera en el centro de Madrid; y, aún así, sería demasiada casa para mí, necesitaría mucha ayuda. Por cierto, Merche, ¿a cuántas personas tienes trabajando en ese casuplón?
- "Chicas, chicas, dejémoslo
-Laura era siempre la mediadora entre Alicia y Mercedes - hoy no es momento para sacar a relucir vuestras pequeñas diferencias, disfrutemos las cuatro como antes y dejémonos de tonterías, por favor."
Aún cayó una tercera ronda antes de que Mercedes se despidiera de ellas con la firme promesa de intentar quedar nuevamente en un corto espacio de tiempo. Bárbara aguantó aún una cuarta caña de cerveza, pero el cansancio del funeral y los pies la estaban matando por lo que se despidió también dejando solas a Laura y Alicia.
- "He encontrado muy bien a Bárbara, me imaginaba que estaría más destrozada" - comentó Laura.
- " No, no está destrozada, está un poco loca pero nada más. Ella no quería a Alberto, y durante unos días estuvo rabiosa por lo de la boda, pero nada más. Al fin y al cabo, con toda esa historia ha salido ganando; ha dejado la casa de sus padres, se ha encontrado con un adosado monísimo casi regalado, en su trabajo es considerada como un miembro más de la familia, no tiene que aguantar las rarezas y manías de Alberto...no me mires así, si lo piensas bien son todo ventajas para ella."
- " ¡Qué bruta eres a veces! Seguramente tendrás razón, pero tanta sinceridad por tu parte en ocasiones duele. A la que he encontrado mal es a Mercedes, ¿tú qué piensas?"
- " Que tienes razón, que a la señora marquesa su perfecta vida se le empieza a hacer cuesta arriba
- Alicia no podía disimular una cierta ironía en su tono ni en sus palabras- que se aburre soberanamente en ese caserón de nuevos ricos, que está cansada de traer niños al mundo puntualmente cada treinta meses y que piensa que su marido la engaña. "
Laura la miró boquiabierta.
- " ¿Y todo eso lo has sabido hoy, con tan sólo unos minutos de charla intrascendente?"
- "No, todo eso lo sé porque desde que nació su hija pequeña me ha llamado en varias ocasiones, para desahogarse, para llorar y para que yo sea su consuelo. "
- "Pero, pero
- balbuceó Laura- si vosotras sois como el perro y el gato, como el agua y el aceite..., si ella siempre recurría a Bárbara o a mí, no entiendo nada."
- "En el fondo, la que mejor la comprende en estos momentos soy yo; además, que cuando nosotras discutimos lo hacemos como de pequeñas, por costumbre, porque en temas de política y sociedad tenemos dos puntos de vista muy diferentes, pero nada más."
Siguieron la conversación en el coche de Laura.
Cuando Alicia llegó a casa el contestador parpadeaba. Tenía tres mensajes, uno de Bárbara otro de Mercedes y otro de su madre. Decidió llamar sólo a esta última y acostarse cuanto antes.