UN LUGAR PARA SOÑAR

UN LUGAR PARA SOÑAR
puesta de sol en la Alhambra

martes, mayo 13, 2008

Yo sí estuve en París en el 68

Se cumplen ahora 40 años del famoso Mayo del ´68 francés, y parece que todo el mundo estuvo allí, todos tenían derecho que defender, una protesta que realizar, una lucha utópica en la que creer, una necesidad real de manifestarse contra el sistema, un ansia de libertad, todos tienen algo que contar. La mayoría de los que ahora hablan de aquel Mayo francés saben lo que saben por oídas, por los que otros les contaron o por lo que a través de la televisión y la prensa censurada les llegó , pero, vivirlo, vivirlo de verdad... ¡que pocos!.

Mis padres sí vivían allí, como muchos eran emigrantes que trabajaban y vivían en París, y más concretamente, muy cerca del Barrio Latino. En más de una ocasión mi padre se encontró atrapado en una manifestación estudiantil, mi madre se vio afectada por la huelga general, especialmente por la de transportes, y sintieron miedo y a la vez esperanza, porque sabían que aquello estaba haciendo cambiar el mundo, por mucho que en España algo así fuera totalmente impensable.

Lo mejor de todo es que mi madre estaba embarazada de mí, y se suponía que salía de cuentas a finales de Mayo. Imaginaros, huelgas generales, escaramuzas continuas en el barrio y mi madre a punto de salir de cuentas. De hecho, una tarde tuvo una falsa alarma y mientras intentaban llegar al hospital se vieron rodeados por una turba.

Finalmente vine al mundo, de manera más o menos tranquila, en París un 4 de Junio, cuando los ánimos empezaban a aplacarse un poco, en un ala prefabricada del hospital Port Royal. Hace unos años, cuando visitamos París buscamos el hospital, y lo encontramos, pero aquel ala prefabricada ya había dejado de existir y en su lugar existía un nuevo pabellón materno-infantil.


Como decía, aunque yo no recuerde nada, yo sí puedo decir que viví la primavera parisina del `68, y en ocasiones, pienso, que si a veces soy tan revolucionaria, no tendrá un poco que ver con el hecho de haber vivido desde el útero materno todos aquellos conflictos, y pasar mis primeros días por los Jardines de Luxemburgo al lado de aquellos estudiantes que, puño en alto, protestaban por todo.