UN LUGAR PARA SOÑAR

UN LUGAR PARA SOÑAR
puesta de sol en la Alhambra

viernes, junio 08, 2007

Pequeño resumen de mi semana

Empecé esta semana cumpliendo años. Ya sabía yo que hacía mucho tiempo que había dejado de ser un descapotable monoplaza para convertirme en un utilitario, en concreto en un monovolumen, pero lo que no esperaba era lo que me dijo mi hermano tras felicitarme: a las 12 de la noche pasaba a transformarme en carroza. Claro, que los hay por ahí convertidos en tartana que se siguen creyendo deportivos de alta cilindrada.
El día de mi cumpleaños mi teléfono se saturó; eso es bueno, cuando tanta gente se acuerda de ti y quiere felicitarte en tu día es que te quieren mucho. Además, quién más me quiere demostró conocerme muy bien y acertó plenamente con los regalos (voy a poneros los dientes largos, circuito en Spa, chocolaterapía completa y ducha vichy completa...¡ qué delicia!)
La semana siguió con la terapia de grupo, que en esta ocasión fue muy diferente a las demás y muy constructiva, aunque me costó alguna lágrima, pero reconozco que ha sido de las mejores, si no la mejor, que he tenido en todo este tiempo.
Tras la terapia continuó el día con una llamada de teléfono de la productora para ofrecerme hacer otro cásting, y, claro, yo encantada.
Tras esta llamada me ofrecieron nuevas vías para mi futuro profesional, en concreto varios cursos sumamente interesantes que espero empezar en Septiembre y aprovechar al máximo.
Terminé el día cenando en una marisquería con Javi para acabar de celebrar mi cumpleaños, y como diría Forrest Gump, (aunque con diferente sentido) y no tengo más que decir.
Al día siguiente mi amiga Chelo me dijo una frase que evoca perfectamente el paso del tiempo en nuestras vidas: a veces, a causa de la rutina, se encuentra como un hámster, rodando en una noria.
El jueves estuve de aquí para allá, primero haciendo el cásting para el programa (las pruebas las superé, ahora sólo queda esperar que me llamen) después viendo nuevos cursos para mi futuro laboral, ahogándome un poco en las traicioneras aguas del Guadiana que reaparecen cuando menos te lo esperas, y terminé comiendo con Chelo en el centro de Madrid en una terraza como dos "guiris" cualesquiera .¡Ah! Y aproveché para regalarme un par de libros que alimenten mi cerebro y mi espíritu.
El viernes lo he dedicado a mi amiga Teresa y a su familia, que me han invitado a comer. ¡Qué complicado es lidiar a diario con un preadolescente loco por el fútbol y con una quinceañera con las hormonas completamente alteradas!.Pero Teresa tiene suerte, tiene a su lado a Manolo, que la quiere mucho más de lo que ella se da cuenta, y, además se marcha una semana al Caribe con su maridín a descansar de todo.
Y, ahora, como todos los viernes, me marcho a tapear y tomar algo con mi chico y con Chelo, a echarnos unas risas y compartir alguna confidencia.
Como comprenderéis, con tanto ajetreo, he tenido poco tiempo para escribir en el blog, pero, en cuanto pueda, lo soluciono.